Es curioso: ahora que ha vuelto la primavera
y ha vuelto el olor de aquellos días y su sangre
–suena la misma música, tinta la misma luz–
es cuando ya no pienso en ti como he estado pensando.
Ahora que veo venir el (ilusorio) final de estas regatas
y esto que digo va perdiendo su sentido
al paso que una palabra se sigue a otra palabra.
No es un conjuro. No es un tratado de misterio.
Es un desconocido para mí, este momento escrito.
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