Te persigo con el pensamiento
(como si fuera un espacio).
Pienso sobre mí, juzgo mi proceso.
Los actos no van a parte alguna.
El sentimiento es siempre desconocido.
El sujeto siempre está fuera: expulsado,
exiliado, desterrado. La ingenuidad
funciona por su cuenta. El amor
insiste en arrancarnos los mejores pedazos.
Sólo puedo nombrar desde la periferia.
Vienes a visitarme. Sólo entonces estoy.
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