sábado, 11 de abril de 2015

De sapone. c (preámbulo)

    Las primeras de cambio se hicieron de rogar; tan hábilmente había escondido las palanganas de jabón. Como yo no consideré el asunto digno de mayor esfuerzo, tan ridículo me veía a mí mismo rebuscando jabón por los rincones, ahí quedó la cosa. Cuando por casualidad o por descuido encontré el jabón, lo vi tan inocente, tan pacífico y quieto, que lo dejé estar como agua pasada.
    No contaba con que en el futuro, mi capacidad para encontrar el jabón, mi capacidad para dar con la sosa, incluso mi capacidad para renunciar a los fritos, era exponencialmente inferior a su capacidad de producir jabón.

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