lunes, 11 de mayo de 2015

Firma y estrategia

Nada de viajes, sólo una intermitencia
de puertos con sospechas, con habladurías,
con leyendas de viajes. Y de camino a mi casa
sólo el recuerdo de la risa y el rumor en el puerto.
Y llegando a casa el recuerdo del camino, el deseo
del hogar. Nada de viajes, sólo una intermitencia
de amantes: tus ojos, tus pechos, tus manos,
tú y yo sus sospechas, sus habladurías, sus leyendas.
Nada de viajes, sólo torpe inminencia: tú; lo demás,
los ojos, los pechos, y yo y las manos, puras
habladurías, leyendas, rumores, sospechas,
imágenes pintadas por la diosa torpe memoria

que a la noche, amor mío, se destejerán.

Digo que volveré
a tener la ilusión
de que hablo y que sé
de qué hablo,
pero uno no es consciente de sus ruidos.

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