Aquel era ya el mapa de tus futuras predicciones.
Quién quisiera ser una mota en ese mapa.
Pero dirán de las islas, son errores; de las montañas,
devaneos. Este punto en el espacio es solo palabra.
Ha sido tan hermoso el decorado de nuestra pretensión:
un fuego más para ardernos estatuas carne de amor.
Todo juicio da por acabado el sombrío palacete
en el que la llave hipopótamo gentil cifre la nieve.
Por labio deporte tranquilo oposición algo rugosa
subrayando precisamente tierra o sal antes, excepto tú
que escribes conmigo.
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