Es muy fácil: billete tras billete,
receta de papel en que se apunta el poema,
tique, boleto, tarjeta, estampa, cédula, volante,
se genera y luego se acumula y se olvida.
Entonces llueve y todo queda en el barro.
Si soplas se va formando una leve costra de ternura,
una película de recuerdos que podrá ser estudiada,
siempre que no se alcance el record de visitantes,
quiste, tumor, abceso, pólipo, verruga, monumento,
que con ternura dice amor "soy una firma",
entonces llueve y todo queda en el barro.
Lo que soy no sabe cuándo te despediste, cuánto
te despediste o cuántos de los que se han ido son tú,
sin gesto de despedida, sin hábito rector, impúdicos
recuerdos, reminiscencias, evocaciones, vestigios, huellas,
huellas, huellas, huellas, cicatrices.
Entonces llueve y todo -¡a quién le voy a hablar!- queda en el barro.
1 comentario:
Una vez más..me dejas sin palabras.
Gracias.
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