Son tus OjOs los montes de las lágrimas.
El tatuaje que el mar llorando añora.
OjOs como abanico de lo eterno,
como escudo de Lo imperecedero.
Brillo que es el tintero de la espada,
es la dulce estocada de la espera,
es la caligrafía de la letra,
es el idioma en falta.
Pero los tuyos, eSoS, sólo eSoS;
no los de aquél, el tuerto, el dios que hablaba
-Enigmas y Misterios-
a través de sus cuervos.
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