Ah, sí, gachas con anís.
Un cuscurro de nuez en esta tarde.
Huesos de canela, poco más.
¿Quién pretende permanecer? Comamos.
¿Qué acto duró nunca más que su instante?
Acaso la repetición y su hipnosis, amigo,
acaso la rutina que en construmbre
viene a rimar las citas en un plato,
te empachó de ficción, limón, y te creíste.
Antes de que devore las gachas en sus pechos
cualquier cosa mía será azúcar disuelta
en los bocados que caliento esta tarde,
será boca acaso suelo, gris, cerebro
con canela especiado, poco más
será, sí, ah, signo de un idioma
que aún no hemos construido.
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