En terreno de aluvión durmieron los amantes,
de sinuosos meandros retorcidos con fuerza,
canales de hídrica telúrica que inundan
los establos de su amor, el ganado de su esperanza.
Si celos o gloria, las palabras dirán con sus diluvios.
Si tinta o veneno, las palabras dirán con sus diluvios.
Ellos o nosostros, las sombras, los amantes:
porque un abrigo de estiércol nos espera al final,
como al héroe nacido entre serpientes.
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