En esa hora precisa en que indecisos
los colores y el calor salen de vuelta
a su casa: el éxtasis del hogar, el brote
de los sueños.
En la hora en que su lazo Oriente y Occidente
tienden sobre el suelo y sobre la memoria,
que si caminos humanos o bestias de carga,
que si mirada del hombre o deseo de mujer,
sobre la media luna de la la caricia, los besos.
La hora en que se encuentran tú y yo nuestros
fantasmas.
La hora exacta de tu amor y tu lectura.
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