La cascada remonta desde la coda de este fandango
y por la selva que roe de vuelta a la ciudad cimiento
y torre de un acero toledano que a sangre y herida ha
dicho quién
tenía que construir, tenía que diseñar, tenía que concebir
cascada, coda, fandango y selva, donde luego se asomarán
amantes por parejas y por sonrisas, por monedas y por no
ticias de amor, versos de amor, bailes de amor, tú,
cascada que remontas desde la coda de este fandango
y por la selva de tu cuerpo hacia el fantasma del mío
como la vuelta de la ciudad se recoge entre sus sábanas
y mantas con el frío,
mientras la hierba patria opina sobre el lento crecimiento
de mi visón.
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