El plazo está pendiente de un hilo.
Si cae, se convertirá en ese lago
aún no descubierto por la vida animal.
Si cae, en cambio, se convertirá
en una o varias ciudades, en una
o varias lenguas. El plazo está
pendiente de su convencimiento.
Nosotros nos empeñamos en discutirlo.
Él calla: tal vez no sepa su precio
o su valor.
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