Estamos
tan inmersos como excluidos
del evento, avatar, acontecimiento.
Y a través
del discurso aún más tan limitados
como inundados de sensación real que es
ilusoria.
Esto que construyo no sé
si es lengua o borrachera
del olor sin nombre en tu cabello,
si es la indigestión de una resaca de cuerpos,
si el cuerpo es cuerpo o es noche,
si la noche es cama o es vaso.
Dulce, amargo, es el tacto, a la vez,
mientras te escribo.
Y bien sé que en tus ojos se enredan los momentos.
Ahora toca cocinar
y parece sencillo.
jueves, 22 de febrero de 2018
El ahora que toca
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