Vuela, pájaro del sentido.
Discurrid, mareas de la coherencia.
Porque ha llegado y ha desnudado la casa.
Ha encerrado los mapas y ha mezclado
las llaves con los recuerdos de un cuerpo,
con la promesa de un cuerpo y su sonido.
Le ha dicho a las ventanas «sed leones»
y a las puertas «amadme».
Y ahora, quién se atreve. Y ahora
cómo caminar descalzos por el pasado;
su oído es tan fino, su memoria tan ávida.
Sólo pido, dolor, un día más, demente
o cuerdo, una hora más, un minuto, un sueño;
porque la vida imprime deseos
que las muertes no cumplen.
miércoles, 18 de abril de 2018
No negociable
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