Observa bien.
Escucha atentamente.
A tu alrededor, verás objetos disgregados: ¿qué
está entero? Diseminados oirás sonidos
dispersos. Ninguno permanece.
Hojarasca en el viento y arena en las manos,
la realidad que el hombre llama.
Observa bien, sus palabras se desmenuzan
como granos entre los dedos. Escucha
atentamente, sus palabras se desvanecen,
así las emociones entre los latidos
de un corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario