Desde que tenemos memoria
ha habido hombres.
Y aunque podemos imaginar
un tiempo anterior
no humano, nadie, ni uno solo,
lo conoció. Todos llegamos
aquí ya inmersos en el fuego
del lenguaje. Ninguno
vivió una sociedad sin símbolos,
sin objetos, sin música, sin historias, lugares sagrados, amores, errores, engaños.
¿A qué, entonces, tanto temor? ¿Por qué
hemos estado siempre
tan hambrientos?
Nuestra imaginación tiene
la certeza de un futuro no humano, pero ninguno
de nosotros, ni de los que vengan después de nosotros,
lo conocerá.
viernes, 4 de mayo de 2018
Memoria escrita e imaginación fugaz
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario