La luz ha caído. La fuente, vacía.
El aire calmado no olvida su aroma.
Maldito el recuerdo. La carne, maldita.
Lengua que tramabas tenernos a solas.
Este era el terreno de la fantasía,
la lluvia que a besos calienta las sombras.
Se va una cintura de guerra o de vida
que bebe o navega los suelos, las ropas.
Los cielos se agostan. La mar se termina.
Los brazos y el agua. Las manos, las bocas.
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