Todo lo tuyo me parece bien:
lo húmedo y lo seco de tu nombre,
lo propio y lo ajeno de tu sangre.
la curva en que se atrapa o a veces se cae
tu cabello, esa mentira voraz
con que se evitan problemas en las calles,
frío en las noches o quietud en las sábanas,
el daño ritual que le haces al mundo,
porque hay que comer, y el detergente
con el que luego limpias los cuchillos.
Y amo con especial mareo
ese gradiente poco estudiado de presión
en tus labios
que se despegan de los míos y el giro
con que por fin te marchas, para siempre
o hasta la próxima cita, y me dejan
donde nos quedamos
pensando en lo posible.
viernes, 13 de julio de 2018
Todo Bien
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