Recuerda que tu recuerdo es una interferencia.
Comprende que la ilusión de tu conocimiento
es una redundancia en un surtido de
redundancias.
Si, al final de la tarde, afiladas las arenas
de cuanto desconfías; si, dicho lo dicho,
perdura el calor y el frío y el tacto de sus
palabras; si, derruido quien eres, ardido
quien es, quien tuvo, quien latido en falta
avanza entre tantas las suertes del sentir;
ata la comprensión, perdura los enigmas.
Ni tú ni tus decisiones son menos suyos
que en cada átomo aquella profunda
ignorancia.
Recuerda con tu recuerdo tu interferencia.
Comprende con la ilusión de tu conocimiento.
Y si llegara el día en el que, a pesar de todo,
sabes, ama.
martes, 4 de septiembre de 2018
Contemptus mundi VII
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario