Muerde tu lengua
partida por mil en mil idiomas.
Con tus manos el odio se culmina,
en tus palabras el amor acaba de empezar.
Un edificio cuyo cielo no alcanzarán
miles de generaciones, cuyo paladar
probarán los miles llenos de deseo,
faltos de palabras para tanto fuego,
este
edificio de amor desorientado. Tu idioma
hiere con sangre, cicatriza con barro,
fluye como acero en un golpe de tormenta.
Una palabras tiene mil filos. Mil palabras
hacen del daño un mundo.
sábado, 15 de septiembre de 2018
The pen & the sword
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1 comentario:
Sí, amigo, simplemente con un doble filo ya se puede mutilar un mundo.
Saludos
Francesc Cornadó
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