Vas a la zaga de tus intenciones.
Los pies bruñidos por la sal de los intentos.
¿Es que no reconoces tu identidad
en la historia de tus hechos a medias?
Soy yo, sin duda, mientras canto y te veo,
quiero decir, me veo marchar con otro rumbo.
Otro, porque apenas reconozco, a ese que va
como loco persiguiendo, qué, intenciones,
como loco por el brillo de sus pies o sus intentos.
Ese que no nos reconoce, míralo, sal, pregúntale:
¿qué intenta decir de tí y de mi, que tanto
se quieren?
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