viernes, 30 de septiembre de 2011

Me didas

En la medida en la que soy destruido,
también me rodean menos los objetos.
Vacíos antes extraños ocupan su posición.
Surge, inesperado, lo digno de amor.
Lejos, borrosos, siguen arrastrándose
nuestros fantasmas. Revolotean;
pero ahora bailarán este nuevo ritmo.
Deseo no enturbiado por objeto, atraía
la materia hacia su singularidad.
Allí donde aún qué sabemos apenas,
el beso era inevitable.
En off, en espera, en insistente mecánica,
como una palabra, tal vez menudeada,
pero que aún no ha vibrado así en tu voz.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Tiempo, suelta mis cabellos

En tres horas he trenzado
la caída de mi casa,
el terror en mi país,
la pobreza de mi alma.

En tres horas he trenzado
pero tú
me pellizcas con los dedos.
El tiempo canturrea exigiendo perdón.

Rei

Sin tí estaría condenado a mí mismo.
Ellos no existen, y si existen están
en un lugar inaccesible del caos o de las piedras.
Amarlos, imposible. Comprenderlos,
una empresa inútil, un deseo insensato.
Pero ese detalle original, que arrasa
el Universo con lo que hasta ahora ha sido,
me fascina, me ciega, arrastra mi deseo, me
destruye a crecer y a través de ellos.

martes, 27 de septiembre de 2011

Dejado a cada instante y obligado
a amar lo que yo no quisiera.
Mientras opciones de ti me son
perdidas. He de vivir
allí donde llamean los conceptos,
allí donde sirven
y donde van a parar
los que ya no regresan.
He intentado, de veras, escribir
con palabras normales; pero, a mí
al menos, me resultó imposible no dejarme llevar
por todo lo improbable en el silencio
o por lo excepcional de la palabra.
Como un demonio en fuga, doy aliento
para hacer de mis palabras perfecta escucha,
y no callar.

Odio

Si afinas los oídos, verás que no
hay nada más parecido al presente
que el silencio. Por eso hoýmos
confundidos los robos que nos interesan.

lunes, 26 de septiembre de 2011

La escalera de Jacob

Comenzó por el error, clarividente descuido.
Paso a paso fue bordando el engaño,
hasta creerse del todo
un perfecto fingimiento.
No me digas que existen esos besos.
Un estado gobernado por un millón de tiranías
difícil o fácilmente podría ser llamado democracia.
Y, sin embargo, intenta aplicar esto a la armonía
del alma, a la tectónica de una catedral
o a la gramática.
Aplícalo al bullir de tus pasiones o al trasiego
de los días. Verás
lo que pasa.
Sólo yo he vivido un otropeyo.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Qué gesto darías si supieras que cada matiz
te será devuelto, casi como un beso o una bofetada,
por el Otro, siempre atento, siempre despierto.
Y cuál si te atravesara el poderoso convencimiento
de ser abrazado por el más estremecedor de los vacíos.
¡Píllalos, píllalos, que se escapan tus pecados!
Podría parecer ridículo ese correr encorvado,
tras los caprichosos correteos de nuestros errores
tan pesados de llevar;
pero, no lo olvides, ese es el gesto de la humanidad.
El amor tiene algo de humillante para quien no lo posee.

sábado, 24 de septiembre de 2011

El maquinista

Sé quién eres.
Asesino del niño que pudo ser
(cualquier cosa menos yo).
Pero sabes
que la víctima siempre vuelve al lugar
del accidente.
Una y otra vez el esfuerzo de no ser.
Y olvidar las posibles consecuencias.
Reconstruir para soportar
el amor y la nada.
Ya sabes lo que de ti ha ido diciendo el olvido.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Ocasión

No hay amigo más desinteresado
que nuestras propias ideas.
Sin dudar, nos echarán por tierra
a la más mímima.
Una semana después de mi muerte
y ya vuelvo a creerme invulnerable.
Y tampoco he ganado paciencia
para soportar a ese estúpido que soy.
¡Yo!, que siempre pensé
que aprender era
inevitable.
¿Qué locura es la que dura sólo un instante?

miércoles, 21 de septiembre de 2011

A mi amigo el aguijón

CAPÍTULO UNO:

Sucedió que dos pulgas se detuvieron a analizar, concienzudamente, el lamentable estado al que se había visto reducida la condición de su especie. Apenas un instante en un rincón oscuro del mundo, sin más ventanas que la florida vidriera de sus propios pensamientos arrojados a la eternidad.

Decidieron hacer un panorama de aquella Edad de Oro, cuando campaban a sus anchas y su manera de ver las cosas dominaba la civilización si no el planeta. Ahí donde se sembraron las claves fundamentales de cuanto aún podemos entender. ¿Qué ideas había allí que condujeron al desastre? ¿El límite de qué estructuras se hubo de alcanzar?

[Teniendo en cuenta que la vida de las pulgas adultas (las larvas son mudas) no suele durar más de un mes (una primavera todo lo más); diferentes teorías han establecido que las conversaciones de las pulgas suelen ser incompletas y hábilmente inconclusas, de manera que los verdaderos temas de conversación deben seguirse de generación en generación. La mayoría de las pulgas, sin embargo, consideran tales teorías una aberración]

No podían menos que atender a la presión del género humano y, especialmente, a su obsesiva pulcritud creciente. Aquel que otrora fuera su principal proveedor de huéspedes, gracias a la proliferación y extensión de campos de ganado, sudorosos ejércitos, templos y catedrales fácilmente anidables por los inquietos pájaros... ese mismo, había reducido sus hábitats a la dispersa animalidad, o a antiguos continentes que, en verdad, nunca tuvieron importancia.

Algo había fallado a nivel de discurso. Véase: en política, el dolor, la sangre, la enfermedad y el hacerlos despertar y moverse... y sin embargo el movimiento y el pensamiento fue destinado a contener la sangre, el dolor, la enfermedad, sin derramamientos. Paradójico. En economía, el balance de vidas y muertes, o la gestión energética o la cantidad de bíomasa, el equilibrio químico-motor, bueno, todo eso que jamás supieron transmitir a los humanos. En cuanto al discurso religioso
  [se discute aún si los adultos sueñan; si la fase sueño-pensamiento se reduce a una antítesis plena entre larva-adulto, o bien alterna fases cíclicas], la posición decidida en el, ya de por sí difícil, esquema sexual de ellos mismos como pulgas.
¿Tal vez fuera ese el error? La pulga más joven parecía investida de una intuición novedosa. La más anciana intentaba enriquecer pacientemente las dimensiones del diálogo. No era tan importante el contenido del discurso, menos que su dicción; sino su estructura en relación a cada cientos de hermanos, o el paisaje de hospedaje, o los lapsus de atención, los avatares de sus sueños en estado de pupa o de latencia
 [recurso imposible de traducir al presente idioma ¿será, pues, algo religioso?]. Algo más verdadero aún se les escapaba.
¿A qué, pues esa obsesión por el tiempo? Ese paraíso perdido, esa sensación de falta, esa aspiración innoble a ser algo distinto... ¿no eran acaso cuestiones independientes a su condición de insectos, a su tamaño relativo, o al periodo del día que estaba tocando vivir? El dolor, el color, el olor no podían ser realmente la esencia de ningún replanteamiento. El placer y el hacer sólo eran juegos de palabras

[lamentablemente me resulta imposible traducir la jerga y la lógica de la religión de las pulgas]. Arte, ciencia, tecnología, por otro lado, nunca fueron parcelas del discurso siphonáptero, debido a la autosuficiente perfeción de su diseño corporal; y no es que lo toleraran en los demás seres, simplemente no lo contemplan.

martes, 20 de septiembre de 2011

Te echo de menos incluso en las cosas que no saben de amor.

Abran

Abrí mis ventanas y el mundo seguía allí.
Abrí tus ventanas y yo ya era distinto.

Nomos

Tal es la naturaleza de este amor
que por momentos algunos podrían
llamar mío.
Así que toda esta obra (¿piensas
en las cosmogonías?) más bien era
para insonorizar una parte.
Patético entonces el novedoso llenado
y vaciado de tu corazón.

lunes, 19 de septiembre de 2011

Más que el asesino, de sus muertes;
el mensajero es responsable de su historia.
Admítelo de una vez: sabes
que eras el patético esfuerzo
por ver en este objeto este y no otro
objeto cualquiera, por evitar leer
es una palabra, cualquier palabra
posible, si no todas y a un tiempo.
Y tendrás la poca vergüenza de creerme
intocable.
El tiempo en tinta
y nuestras vidas, la caligrafía
con que escribimos
el significante de la muerte.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Acabo de descubrir que lo intrascendente me deprime; sólo puedo considerar trascendente lo que me permite reír.

Tiempo

El amor sólo consta de palabra y ausencia.

Lo que se arranca

Porque qué haría el hombre si comprendiera
que todos sus crímenes sólo buscan una sonrisa.
Esa puede ser una de las razones de tanta confusión
en el lenguaje y tanta boca pequeña.
(la verdadera sonrisa no es la que se busca,
sino la que se arranca)

sábado, 17 de septiembre de 2011

El determinismo que has elegido

Soy una secuela del mapa que he hecho del mundo.
Hasta un error que reivindica su paradoja, su independencia.
Ese papel tintado que actúa sobre el observador,
y, además, lo no dibujado y lo no soñado.
Basta un error para que me cuele en el pama soñado
por la pendencia.

Es para reírse

Precisamente, la finura con que acotabas
el martirio de tus pensamientos, te hacía
derivar dato a dato el grito de lo injusto.
Nada queremos saber
de un antes o un después
en el tiempo, sino
de un antes o un después
del amor o de la muerte.
La afilada espada de este día clava tu corazón
y lo devuelve a la tierra. ¿Con qué latirás
los pasos de tu actual andadura?
Pero ese látigo tira de ti con sus chasquidos
que hablan el idioma de las serpientes.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Plagio

Tu amor establece una premisa fundamental
cuyo examen queda reservado al pensar
filosófico.
Nada de iluminar, nada de anclar en el espacio
o el tiempo la luz, ni de limitar la medida de los astros.
Los dioses crearon el movimiento para
que el sol dibujara en cielo, con su viaje,
la invisible curva de una sonrisa.

jueves, 15 de septiembre de 2011

De esa fuente brotaban páginas de pérdida,
añorada incomodidad de tu presencia.
Pero el momento no se sostiene.

Letra de una canción perdida

Ciertamente, no es este el lugar ni la hora de la cita.
Cuando recibas esto sabrás que te he dejado marchar.
No hay duda, posiblemente a veces me acuerde de ti;
pero, y hoy ya, tendré la mente ocupada en quién
sabe qué cosas (es absurdo imaginarlas).
En verdad, ambos sabemos, que llegada la hora
será tu amor, será tu amor, quien nos haga encontrar.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Años luz

Así ves en un punto la lejanía y el pasado.
Podrás llegar tan lejos, pero nunca tan antes;
sino nuevos colores para nuevas distancias
entre tú y el origen.
Recuerda, no obstante, como caían de ti
fase por fase, capa por capa, los trozos del
el empuje que te separaban de la Tierra.
Era su amor, dispuesto a que ni siquiera
fueras la imagen de un satélite.
de eso, lo esencial que ya no recuerdo.
Qué lanza de grafito te anclara a mi alma,
oh labios de mi amada, efímero momento.

martes, 13 de septiembre de 2011

En tu incompleto pasado sigue escrito
incompleto tu destino, de forma ineludible.
Déjame entrar por cualquiera de las puertas del presente
el único lugar desde donde se cambian los caminos.
Pero no si no sabes
si he de quedarme.

El futuro ha de ser

Aquello que eliges recordar está dictando el futuro.
Pero un futuro mayor se teje en tus olvidos.
Saca de mi libertad cuanto no quisiste elegir
hasta que encuentres el verdadero futuro, es decir,
aquello que nunca has conocido del pasado.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Aquello que tiene una única causa,
por definición, no existe.
No habría en ese caso diferencia
entre el objeto y su causa.
De ahí el maniqueísmo imperante
en los sistemas de definición.
Bueno, de ahí, y de algunos otros
lugares no identificables
(sépase que lo que no tiene
una única causa no puede ser
ni identificado, ni comprendido, ni definido).
La posesión de esta flecha en mi cuerpo
ha venido a enseñarme lo que he perdido.
Y ahora no quisiera que te afecte,
desde mi pecho, el alma lanzada.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Nadie ha conseguido hacer reír con la felicidad.
Si tuviera que replantearme a cada instante todo lo pensado;
si me viera obligado a cuestionar lo que ya ha sido probado;
si cada paso abriera un nuevo salto de fe en el vacío;
si no pudiera, a fin de cuentas, enamorarme de las decisiones tomadas;
si no creyera en mí; entonces, sería libre.

sábado, 10 de septiembre de 2011

Entre la até y la amartía habito una respiración frustrada. Ni el aire conoce la entrada a mi casa. Ni mi casa conoce la salida al aire.
Oigo un borbotear de disturbios y escándalos,
como un gentío adolescente que entonara viejas sirenas.
Quisiera refugiarme en tu corazón, donde palpita
el repiqueteo del trabajo y la estulticia.
La calle y los libros se abrasan de insensatez.
Óyeme tú ahora, un instante, ¿no es cierto?:
no piensas acabar con ese tonito.

viernes, 9 de septiembre de 2011

A todos los que el misterio oscurantista utilizan
para recomponer la belleza de su máscara:
sabed que lo que a la gente digna le interesa
de los ignotos precipicios abisales no es la falta
de sol, sino esos diminutos destellos de los peces
que arde en deseos de conocer la Ciencia;
los no-dignos salen a la calle con sus monstruos
a pasear en pleno día.
Salí a la batalla que dejaría vacía la tierra
del valor infantil de gloriosos varones.
Pero me enredaron los asuntos, los negocios,
acabé encallado en el siglo XXI, de altas murallas.
Salgo a la calle, aprendo el idioma de demonios antiguos.
Pago lo que es debido a quien no lo merece,
y a quien sí lo merece no me queda otra
que no dejarme devorar, al menos por un día.
Y también vuelvo a casa, donde sólo me espera
el olor de la arena.
Lo repetido es deuda.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Autorreferencialidad

A mí podía parecerme inoportuno, pero lo fatal
del accidente se había venido cociendo no sé
con cuánta antelación. El aplauso con que se habría
de cerrar la obra o el comentario banal y jocoso
a la salida o todo cuanto, en definitiva, estuvo ausente,
eso sí que resultó gloriosamente oportuno
para deshacer el tiempo
de la cocción.
La duración fue lo sorprendente. Anulada
la forma.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

El atardecer cincelaba a fuego en el friso del horizonte:
"Aún no me atrevo a cruzar la frontera del anochecer"
Alma, repudiada por el látigo de la religión,
desprestigiada por el culto a la persona,
te has escondido sobre el bisturí simpático de la fantasía,
has diluido tu relato en el comercio de los datos.
Yo he de nombrarte con nuevas palabras, y te amaré
por encima de todas las que los hombres consideran que son cosas.

martes, 6 de septiembre de 2011

Esas que salen de tus ojos perlas de suicidio
arrojadas a un mar invocantes con sus ramas,
bosque que delira con el viento y ronronea
las antiguas salmodias de anhelo hacia el rayo,
saltarían de un décimo piso si tú se lo pidieras.
Y yo soñaría entonces con cercenar mis manos,
con depositar mi corazón sin latido en el asfalto,
Pero viviré errante y castigado, sudando
las miradas y los días como si fuera
castrado por la tentación.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Porque los locos y los estúpidos ya tienen
bastante con sus propias locuras, afanes y delirios.
Es a los hombres sensatos, que los dioses
sacuden con sus contundentes envites.
Siempre supe que yo era un precio
demasiado alto para estar conmigo.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Como te has visto, así has de mirarte.
Miro en mi posición como miro las estrellas en el cielo:
siendo presente del observador
y pasado del objeto.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Se me ha escapado esta idea, me recriminas, dolorosa.
Y qué decir de las ideas que me resbalan, que me
traspasan, que me adelantan sin yo conocerlas.
Pero tienes razón, si estás aquí, es producto de aquello
que no dejo pasar. He de cuidarte,
ignorancia.
Hasta los errores son un acto de rebelión
que buscan consumar lo que no está permitido
en el acierto.
Conoces esa extraña sensación de que no
se acumulan los cadáveres, a pesar de las lecciones
con que a la hora asaltan tu cultura.
Apareciste como lo insufrible del efímero momento.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Amor

Y es ahora cuando mi ignorancia cuida de mí,
trabaja por entero cada detalle, pues no sabe
qué parte de mí decidirás llevarte
a pasear contigo.
Iban acechando las consecuencias de sus actos.
Mientras sus actos campaban a sus anchas.
Centras la atención en la periferia de ti mismo.
Lo que quieres se encuentra en el origen,
en el punto en que equidistan los máximos de las distancias.

jueves, 1 de septiembre de 2011

Te pillé
en el preciso instante en que intentabas ignorarme.
Y ahora puedo hacer de ti lo que insinúe
mi falta, mi ética o mi respeto.
Si aún me dejo llevar por el orden de las cosas,
tal vez pretenda amarte en una convicción
de que me llamas desde fuera
de mi cerebro en coma.