viernes, 30 de octubre de 2015

Intervalo

A un lado una inmensa 
muralla de gritos 
y al otro una cascada 
gigante de silencio.

miércoles, 28 de octubre de 2015

Tú, falta

Aquí me tienes
atado con tus brazos.
Hasta las muñecas desnudos de civilización.
Hasta los nudillos desnudos de barbarie.
En los dedos ha de crecer la ciudad y el lenguaje.
Aquí me tienes
atado con tus labios.
Tu deseo es un recuerdo o una sospecha.
Tu deseo prestado y otorgado en relevo.
Producto o residuo de tu ilusión, eso me veo.
Aquí, en este marco, 
en este espacio,
en este secreto momento en el que vuelves
saboreando el enigma de la representación.

martes, 27 de octubre de 2015

El hábito y el tiempo

Tanto insistes en ese sentimiento
que vas a provocar un nuevo efecto
contagio. Levantabas esta negra
alfombra para espiar lo que hay debajo:
los átomos las células de antaño,
los ácaros voraces de los átomos,
un químico deseo residual
y el camino de vuelta en la mirada.
Con cuantos sinembargos se te antoje.
Tanto espero el efecto del sentido
que siento tapizando mis asientos.
¡Ámame! cuanto cuerpo de mí te ama
sin que yo lo sepa.

lunes, 26 de octubre de 2015

Siempre escribe

Esta burbuja de reflejos que revolotea
en la vasta oscuridad puede medir
el hábito de su música, puede medir
el tiempo de su carne, puede
decirle a la luz todos los secretos,
y aún guardarse unos pocos
para ver crecer y multiplicarse otros
tantos. Puede susurarrle al agua 
quién es el pasajero de su noche.
Si inventa una gramática
abonará dedo a dedo manchas sonrisas.
Si desea, podrá y susurrarle al agua
el hábito y el tiempo su concreción
calcárea.

domingo, 25 de octubre de 2015

Concreción calcárea

Siempre escribe.
El aire en tus labios en días de turismo.
En los genes ingenuos el aluminio seductor.
El minuto en el que estábamos a punto de llegar.
La sábana recién planchada que se enamora de ti
y en silencio sueña.

sábado, 24 de octubre de 2015

Cataratas del hic et nunc

Cómo
la pasmosa nitidez del pasado
puede surgir de la borrosa
sensación del presente
y de aquel la inmediata
ceguera del porvenir.

La inmedible extrañeza de la novedad,
cífrese en sombras la indignación de aquella
galaxia que aún gravita ese olvido espiada
de recuerdos, cuánto dura en el bolsillo
de artesanía febril que es tu cerebro.

Cómo la pasmosa nitidez
del pasado puede surgir
de la borrosa sensación
del presente y de aquel
la inmediata ceguera
del porvenir.

viernes, 23 de octubre de 2015

Historia de la permanencia

Deriva continua
para un aprendizaje intermitente.
Este sentimiento no ha nacido
sino es de siempre.
El que conoce su ausencia
es otro.
Deriva continua.
Aprendizaje intermitente.

jueves, 22 de octubre de 2015

A la caza y captura

Los objetos son perennes, en cambio
los enunciados siempre susceptibles
de ser replanteados en un orden distinto.

Pero los objetos siempre están tocados 
por algún enunciado. Lo cual es rápidamente
negado por el criterio de separación
entre el lenguaje y las cosas.

Pero el criterio de separación también
es un enunciado. En efecto, 
pero también es una cosa y como objeto
su validez es perenne, como enunciado
es siempre susceptible de ser
replanteado.

Entonces, si los enunciados pueden ser
considerados como objetos, siempre hay
un enunciado nuevo, para el objeto nuevo
generado por el enunciado. Cierto, aunque
eso solo sea hablar por hablar y esté separado
de la realidad                              de las cosas.

miércoles, 21 de octubre de 2015

Lo irracional no compite

Vértigo, culebra de las noches
en que sin ti elucubraba
el contorno de tu pensamiento.
Cascabel en el tobillo del tiempo
el grafo que acaricia la distracción.

Lo irracional no compite, no requiere
cláusulas perdones, olvida la eficacia,
no sabe la belleza de sí mismo,
el preciso baremo de su destrucción.
Lo irracional en tus labios, nudillo de espera,
rojo carmín del día en el que sacudió el olvido
no compite, no requiere acuerdos 
compilaciones. Cónclave de una emoción
sola al fin de un enunciado.

Al borde de tu piel siento vértigo.
No tiene final. Es un camino 
que lleva a la tibieza. Hipóntica
canción tu piel y su calor palpitante.
El remoto renglón en que te espero.
El oscuro oleaje de tu habitación.

martes, 20 de octubre de 2015

Latido a latido

¿Quién ha roto el instante?
¿Quién con fuerza suficiente
separa los momentos y dice: "allí fue"?
Estoy
dormido a tu lado siempre.
Estoy dolorido y quejoso de amor
de tu amor siempre.
Estoy pendiente de tu cuerpo, 
de tu mejilla y tu mano, siempre,
fuente de un estudio riguroso, 
siempre.
¿Quién con fuerza suficiente
forzar quiere de tus detalles unidad,
forzar con decir un solo instante?

lunes, 19 de octubre de 2015

El pensamiento

El pensamiento es un río en cuya orilla
se refleja la mirada de Narciso.

La mirada es otro río y su reflejo
es la huida de un laurel lejos del tiempo.

De la raíz a la luz el laurel es
un río para la sien del imperio.

Un imperio es un vestido de mujer
flotando alegre en el río de sus piernas.

Dulce espuma del mar, hembra sin orilla,
hambre sin imagen, reina de los ríos.

Un río suena a balada de pimienta,
labio y laurel, flor y grito, tiempo y luz.

domingo, 18 de octubre de 2015

Naturaleza fractal

¿Qué has partido?
Una persona no puede romperse. Cae por
completo al suelo, se de desmorona
del todo de risa y cada
carcaj
ada
es un peldaño de sueño y una gema
que multiplica sus brillos y sus soles.
En cada matiz habita un recuerdo.
Cada recuerdo transforma
otro recuerdo en otro. 
Pasas revista con tus ojos, mis ojos,
los ojos que en la historia nos han hecho
mirar
un mismo paisaje.

viernes, 16 de octubre de 2015

Equilibrio, libertad y originalidad

Artificio y máquina.
Nada tan humano.
Reacción de labios
a rima de labios.
Autómata gracil.
Dudosa templanza.

miércoles, 14 de octubre de 2015

Esperanza

Pasas páginas y páginas. Atraviesas
océanos de zarzas y de malentendidos.
Esta palabra que se enreda en la selva.
Este recuerdo que se diluye en el agua.
Pasas páginas y páginas. Atraviesas
aquellos labios ondulantes y navegas
viento a favor de la locura o el sueño.
Pero te topas con tu cuerpo entre mis brazos
una y otra vez mis desconocidos brazos,
que nada saben sino merodear tu cuerpo
(y el resto es su ignorancia, su ignorancia).
Pruebo otra vez, para pasar la página
con los dedos, pruebo un dedo con la lengua,
la lengua circunda una tormenta en calma:
el hermoso continente de tu cuerpo
implacable derramándose en mi espera.

martes, 13 de octubre de 2015

Pero lo que les sale del alma son piedras,
puras
piedras cuyo destino será hábilmente documentado.

lunes, 12 de octubre de 2015

Intermitencia del alma

Usted habita un juego de palabras.
Comenzó en los idiomas más certeros.
Pudiera parecer que está en sus ropas.
La moda trae olores en el viento.
Usted gobierna un nido pasional.
Un futuro entre sendas de regreso.
Pudiera parecer que fue inventado.
La fuente natural de sus desvelos.
Usted que no conoce la desgracia.
Al despuntar el día llega el miedo.
Pudiera parecer que lo ironiza.
Un olvido fugaz, un sentimiento.

domingo, 11 de octubre de 2015

El aire en suspensión

El deseo se ha multiplicado en los chasquidos
del murciélago que interroga un trigal de ecos
va a recostarse el crepitar de los estorninos
que vuelven con su ritual de bailes a este árbol
las terrazas repletas de amigos y parejas
lanzan joviales sus tertulias ignorantes y sus pasos
de la leve nube de óxido y ceniza que exhalan
las calles desde sus coches sus cocinas sus cigarros
un esbozo de lluvia lleva moléculas de luz flotando
haciendo tul de seda ese mirar de las farolas
ibas con el runrún de tu pensamiento dividido
deseo punto inquieto que desplaza los nombres.

viernes, 9 de octubre de 2015

El seno y la sien

Ha estudiado tan poco, tan pocas noches en vela
el oro para aferrarse como con uñas a la montaña
o con tanta eficacia como la vejez bajo el tinte
la plata, para decirle al hombre “así se construye”,
a la mujer “así se ama”. Ha cuidado tan poco
sus secretos, su valiente proceder, el ritmo
tan poco modulado para decirle a la mujer
“construye”, decirle al hombre “ama”.

jueves, 8 de octubre de 2015

Evidencia recurrente

Por lo que sé de mi piel
imagino el calor de tu carne junto a la lija de mi barba.
Pero no sé de tu piel. Me separa de ella el momento
del deseo. De repente siento celos de tu piel. Siento
celos del momento. Quiero asesinar tu piel con el momento
o asesinar cada momento con tu carne.
Pero me acuerdo de ti y tu cuerpo es un regalo, de repente,
un trozo del amor y del recuerdo que vas regalando
tú, para tu piel hermosa y caliente, tú, para el momento
que quiere marcharse.

miércoles, 7 de octubre de 2015

La actitud del escriba

Mi habitación, Egipto, en la pantalla, París,
imagen 220x330 del ESCRIBA SENTADO.
En este texto, obvio, en el país de tus ojos.

Lo cierto es que este escriba no escribe, escucha
con los ojos atentamente abiertos 
(en cuatro mil cuatrocientos años
no los ha cerrado ni ha escrito letra alguna).

Esa es la carne egipcia de un funcionario acomodado
o las dunas del desierto incorporándose sobre el papiro
(Nilo, renglón, verso en el lienzo Egipto-dígito)
Su desnudez de arena, su vestido de textos. Ojos.

Su rostro inteligente es la burla hacia una seriedad
eterna para los esbeltos caminantes faraones.
Creativo u obediente, ¿a quién le debemos la historia?
Creativos, obedientes, ¿quiénes copiamos su historia?

Es la estatua de un secreto, pues nadie sabe
qué debiera escribir

en ese, en este
instante.


martes, 6 de octubre de 2015

Autorretrato robado al ladrón

Aquel era ya el mapa de tus futuras predicciones.
Quién quisiera ser una mota en ese mapa.

Pero dirán de las islas, son errores; de las montañas,
devaneos. Este punto en el espacio es solo palabra.

Ha sido tan hermoso el decorado de nuestra pretensión:
un fuego más para ardernos estatuas carne de amor.

Todo juicio da por acabado el sombrío palacete
en el que la llave hipopótamo gentil cifre la nieve.

Por labio deporte tranquilo oposición algo rugosa 
subrayando precisamente tierra o sal antes, excepto tú

que escribes conmigo.

lunes, 5 de octubre de 2015

Salida común

El miedo no solicita derechos de autor
y se propaga como el frío o la lluvia.
Ha hecho suyo el aullido del lobo, sin serlo.
Ha hecho suyo el eslogan político.
Ha triunfado en la soledad y las sombras,
en la máquina y en la multitud.
El miedo no sabe de virus o bacterias.
Higiene, sentido, le son indiferentes. 
Llega a la imaginación como un olor o un atardecer.
Llega a la nitidez verbal en forma de máscara
grotesca, de arte sublimado, de cantinela
mascullada entre dientes, no muy alto,
para no despertar al hombre de entre las fauces
del éxito o la muerte.

domingo, 4 de octubre de 2015

Estrategia báquica moderna

Esa
manía de llamar
ciervos a los gamos, gamos 
a los corzos, corzos
a los rebecos, rebecos a las cabras,
cabras a los muflones, para acabar
dejándose caer ladera abajo
desde la montaña que merece
ser habitada por un dios,     (valor, acción, dinero)
ladera abajo hasta las piernas y el baile
y hasta el sexo y la locura húmeda del mar.
Porque porque se van a oír
esos gritos, se van
a oír,
que recuerdan
el chocar de cascos, de astas, de pezuñas,
el derrame de sangre, de boca y de risa
pisando la sombra mirada del vuelo 
impasible del águila.

sábado, 3 de octubre de 2015

Recital

Declama sus palabras olvidando
que no son el caballo para una historia, su jinete,
que ni siquiera es la historia misma.
Quiere cruzar la distancia hasta la verdad,
una distancia imaginaria, pues en ese querer
se desvanecen la distancia, la verdad y las palabras.

-recuérdame que nadie ha escondido este sendero- 

Dicen sus palabras que su querer es su olvido,
y no lo dicen por lo que las palabras dicen
sino por lo que las palabras son.
Ellas son los jinetes, sobre nosotros, sus queridas,
aburridas y extáticas, torpes y volátiles,
pero ciegas monturas.

viernes, 2 de octubre de 2015

Antropología escamoteada

El gesto cotidiano que sostiene un gran pueblo.
La cantinela musitada, la sonrisa tras el velo
de la soledad.
Vas a sentarte a la mesa, y el aroma de mis vasos
te recordarán quién eres, en qué tierra estuviste
y sigue siendo un nombre para nuestro dios.

jueves, 1 de octubre de 2015

Miedo sombra del miedo

El miedo es cosa
de la memoria, que quiere
perpetuarse.
El miedo es cosa 
de los significados
que quieren perpetuarse.

A no ser que el miedo 
sea anterior a la memoria
y los significados,
y sea el escritor ignorante
de nuestros recuerdos
y sus perennes sentidos.

Un escritor que desconoce 
su idioma y ciego 
al límite de los objetos. 
Un escritor que desconoce 
su idioma y ciego 
al límite de los objetos.