domingo, 26 de septiembre de 2010

El enemigo

VI
La mayoría encontraba dificultades, molestas personas, atractivas y opuestas. Pero él, poco a poco, iba conociendo a su verdadero enemigo... el Enemigo, a fin de cuentas.
Como el retrato de una roca minada por el viento, al principio imperceptible, luego omnipresente.
Para poder comprenderlo recurrió a lo opuesto de un tesoro: la deuda.
A medida que avanzaba en sus encuentros, más crecía su deuda, y más necesitaba saldar aquellas cuentas, pagando precios cruciales. Los caminos de búsqueda, de estudio, de decisiones arriesgadas, de inesperadas consecuencias, tesoros y encrucijadas, dimensionaban una red de débito por encima de todo su mundo.
Hasta que su futuro no era sino esa inexcusable exigencia de pago.

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