viernes, 29 de marzo de 2013

La muerte es un hito y la palabra
es una herida difícil de nombrar.
La palabra escrita carece de voz
y esa carencia no siempre es soportable.
La palabra pasa y acaba y sólo queda
su fantasma. Lo escrito queda y emprende
la colonización de un mundo ignoto.
Es la huella del Otro o la sombra
tras la cual sospechamos su ignorancia.
No es materia, es saber. No es saber, es forma.

Diatriba sobre el saber y sus extrañas consecuencias

Una considerable distancia nos separa, debería evitar los malentendidos.