sábado, 27 de mayo de 2017

Fábrica de olas de tiempo

Hace tiempo que no arribas
al puerto de tu obsesión.
Hace tiempo que no soplas
en esta mina la veta
del azar, bosque de lágrimas,
ciudadela amurallada
por un sudor cruel, por casas,
olas, copas de los árboles,
quillas viejas, verbos sucios.
Hace tiempo, luz, monedas.
Hace frío, voz, olvidos
enredados en las ramas,
taladrados en los dedos,
acurrucados en lechos
que han aprendido a ser viejos
sustitutos del subsuelo.