martes, 10 de septiembre de 2013

Desaparecer en lo leído.
Desaparecer en el juego.
Desaparecer en los mecanismos sociales
impecablemente engrasados.
Qué más, no sé, ustedes me entienden.
¡Ah, sí!: desaparecer en la propia biología. ¡cielos!
 
* * *
Tú eres lo desconcertante.
Ante ti me vuelvo otro extraño.
Desde ese filo me engancho al instante que me afectas.
¿Por qué estás triste? ¿No ves
que la tristeza no sabe
qué hacer contigo?
Tragedia de distancia segundo a segundo.
La imaginación crea hombres.