Qué gesto darías si supieras que cada matiz
te será devuelto, casi como un beso o una bofetada,
por el Otro, siempre atento, siempre despierto.
Y cuál si te atravesara el poderoso convencimiento
de ser abrazado por el más estremecedor de los vacíos.
domingo, 25 de septiembre de 2011
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