Al escribir me apoyo en la mesa como un corazón y una boca sobre un seno cálido, como el paseo de un adulto sobre el abismo pies trocitos de vacío que la distancia hace suyos.
Cuanto otro dejó en las paredes sus posibilidades. Descorrer el nudo de ti en esta eterna tarde de estudio.
Se derraman las horas sudor indigno. Castillo de hielo provisional decoro en tus labios que se derriten de ahora destilando nostalgias.