domingo, 21 de diciembre de 2014

Meditabundo

Parece el corazón una coraza.
Va regresando sangre a su pasado
y cazos de caricias a la cara.

Tramas raspas de paz mientras respiro.
Cueces trozos de boca atragantados
y un estribillo torpe que permito.

Repaso esta razón y de repente:
¡se va a quemar, se quema, está quemado!
Ponme un mantel de amor, de ti, de siempre.