jueves, 5 de enero de 2012

¿Cómo reprocharle a un pétalo la rosa?
A una ciudad sus ásperos cimientos.
A la ausencia el momento en que me prendaste
amor. ¿Con qué queja no vas a enamorarme?

¡Te encontré!

Y si te quito el roce de mis labios.
Y si borro el momento y la memoria.
Arrojadas las manos, arrojados los cuerpos.
Dejado en el vacío incluso el peso de tu nombre.
Con qué saber vas a buscarme
que no me encuentras ya buscándote.