domingo, 9 de enero de 2011

Vino con todas sus incertidumbres
y su poso embriagador. Cuando
pensé que era mío se fue
dejando tras de sí una realidad incomprensible
salvando la resaca de sus improvisadas respuestas.

La Curiosidad y el Paraíso

Indudablemente, primero fue el pecado, del que surgieron ciertos deberes.
Igual que primero fue el odio, del que surgieron ciertos amores.
Primero fue la muerte, y luego la esperanza.
. . . . . . . . . . . . . Antes de la duda no había nada.

Mi amigo me prohibió

Como mi amigo me prohibió escribir de mí,
yo mismo me he condenado a ser
la presa de las realidades que cazo.
Vosotros me veis con mi traje y mis armas,
como un loco enamorado de su redención.
SINO