jueves, 28 de marzo de 2013

Tu cuerpo ha sido un soplo de viento.
Entré con mis dedos, que saqué empapados
en sangre que se hizo herrumbre ante mis ojos
que se volvieron lluvia y lluvia que chapotea
inocente sobre las aguas tendidas de un río.
¿Qué sabe la piedra de lo que es necesario?

(Sobre lo escrito)

La ciencia es a la realidad como lo sensible
es al saber. Recuerdo haber pensado con enfado
mis dudas, con impaciencia tu amor, con miedo
puro presente y con presencia de jugo juego.
El saber es a la ciencia como la realidad
es a lo sensible. Léase con atención, no hay error
en esto. Y sé que estamos a ambos lados de este precipicio.
Y lo sensible es una falta y su destello, no sé
muy bien el orden.
Si este texto ocupa un lugar, a ese lugar
no tenemos acceso. Sólo puede bordearse ese lugar
a través del texto. Pero el texto construye
otro lugar, merced a la lectura. A ese lugar
tampoco tenemos acceso del todo, sí en parte.
En parte tu corazón es real, en parte
es un lugar otorgado por el texto, late
realmente más real que el que late supuestamente
en su lugar real, ajeno al texto y su lugar.