jueves, 29 de diciembre de 2016

Cambio

Te recuerdo. O imagino
que ya te conocí y te he perdido ya
y te recuerdo. Paseo
por tu piel que ya es caricia o diccionario.
O el olor de tu pelo como moneda suelta,
falda suelta, rienda suelta, risa suelta.
Tu cintura como un sable que hace lienzo
del aire, pincel del pie, beso del sendero.
Tus labios a la vuelta de la calle, al abrir
de la ventana, libro, párpado, bisagra, sábana.
Y ahora
me detengo. Te miro. Nos miramos 
en este idioma que nunca entendí,
en esta voz que nunca has oído.