viernes, 27 de abril de 2012

No siempre fuiste el soplo de tu creador.
Leer como submarinistas que buscan la belleza y los abismos, o como surfistas que en su caída levantan su mirada a las alturas; mientras llegan a la orilla las metáforas muertas que arrastran las resacas de una alegoría.
Pensé que el camino trazado era sólo una imagen
que podía borrarse con sólo una mirada.
Ya te encontré en mi necesidad de buscarte. Pero ni yo era yo, ni tú eras ese. Salí de casa desamparado. Trabajando el espacio de tu amor.