domingo, 1 de mayo de 2016

Cuerpo y divinidad

Este charco, esta ciudad.
Dudo entre la dirección
que va al suceso o su nombre.
Dudo entre el suelo y su nombre
sobre su duda tatuada.
No sé si dibujo un plano
con mi verso o con mi sangre
que calle la enfermedad.
Tumbado en el pavimento
yo soy un charco de sangre,
no sabe, ¿quién va a probarlo?,
qué dirección dibujaba.
Las calles se nos retuercen
como venas o intenciones,
como venas e intenciones
llenas de viento y de agua.