sábado, 5 de diciembre de 2015

Calles de Córdoba

En el vaso de té brillan
galaxias de repertorios.
Con gesto de danzarina
detiene un guiño en un sorbo.
Oscuras motas de olvido
cierran el rizo de un grafo.
En sus ojos queda el filo
de un sueño escrito en los labios.
Cuando sabe, sabe al dulce 
veneno de madrugada.
Cuando ignora sólo alude
al libre canto del agua.
Con el azúcar sanciona,
con los secretos escribe.
Si baila, versos me pide;
si calla, cuerpo le sobra.