sábado, 23 de abril de 2011

La primavera entró en crisis. Ya dijeron
que no soportaría la carga de su deuda y su inflación.
Se oyeron toses, estornudos, ojos llorosos, pieles erizadas,
porque empezaron a proliferar las desconfianzas.
Tantas fragancias, tantos colores, acabaron
muertos por examen.

Polen

Los hijos, el arma más mortífera de cualquier guerra.

Despreciando margaritas

A los tontos que mueren en la guerra los llaman héroes.
A los que luchan con uñas y dientes por no matar los llaman tontos.
Pero sólo en algunos países.
En otros andan ocupados con el sufrimiento.