lunes, 4 de abril de 2011

Quise
dotar de guirnaldas blancas las montañas; pero tuve
que estudiar qué es realmente una montaña.
Fui a la ciudad en busca de bibliotecas; pero tuve
que estudiar el significado real de las ciudades.
Salíme al campo y al corazón de los hombres, perdí
toda noción del tiempo, de los hombres, del latir y del paisaje.
Y tuve que estudiarlo todo de nuevo. Solo
tenía mi querer.
Lo puse en práctica.