lunes, 19 de mayo de 2014

Con una ventana abierta y otra ventana
nos hilvanan vencejos de amor,
desde otro confín tropieza el viento
rozando sagazmente nuestra cama.
Viene el invierno, se va, viene el verano,
deja en tu cuerpo el sentido de los años.
Con un brazo rodeas palpitas mi juventud,
con otro echas a volar tenaz tu eternidad.
Con una ventana amor y otra ventana
nos echarán a labios de nuestra propia casa.