lunes, 2 de abril de 2018

La oscuridad no para quieta

Tu boca es el desorden de las bocas.
La noche es el candado de esta noche.
Tu cuello es el calor y mi mirada
la hoguera en que tu cuerpo se derrama.
La noche con tu olor de rama en rama
quisiera ser abrazo y nos envidia,
murmura su secreto y nos tortura
con su morir sin luz, vivir sin freno,
su no saber de besos que se acaban.