lunes, 15 de abril de 2013

La noche aprieta con sus dos manos el cuello de la lluvia.
Hay un dios en el suelo chapoteando infantil y violento.
Otro dios arriba cuenta historias de viajes.
Si hombre o mujer es difícil saberlo, es de noche
y el agua se desliza gota a gota, si paráramos
el tiempo ahora aportaría a cada matiz un matiz distinto.
La aurora quiso tus ropas,
la aurora no quiso nada,
yo quise verte desnuda
cada sol, cada mañana.
Un hombre escribe en medio de occidente.
Piedras y espejos diminutos forman un bosque gigante.
Sólo unos versos escritos. ¿Cuál será su suerte?

No sueñan

No suspira el viento por el cielo sino por la tierra.
No sueña el río con la lluvia sino con el mar.
Los besos no sueñan. Los labios no suspiran. El viento
y la tierra dormitan en nuestro abrazo de amor.