lunes, 15 de abril de 2013

La noche aprieta con sus dos manos el cuello de la lluvia.
Hay un dios en el suelo chapoteando infantil y violento.
Otro dios arriba cuenta historias de viajes.
Si hombre o mujer es difícil saberlo, es de noche
y el agua se desliza gota a gota, si paráramos
el tiempo ahora aportaría a cada matiz un matiz distinto.

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