miércoles, 29 de mayo de 2013

me escribes con tu paisaje y me masticas con los vientos que hacen raíz desde todas las horas en tu alegría para que exhale mi último de madera delirio
Pero tú también tienes alas de teclas de piano u autopistas de cielos oscuros de camas de risas olvidadas a la mañana.

Ciertas visiones de Edipo

En un desfiladero sólo cabe un pie
a la vez piensan muchos que
no re-flexionan ni sus pecados ni sus pasos.
-
Layo se estaba dirigiendo al oráculo para preguntarle cómo podía liberar
a Tebas de la Esfinge.
-
Mortificada toda ella por la derrota,
sus cabezas se castigaban
mordiéndose unas a otras hasta desap
¡ah, no! así era la Quimera; la Esfinge
no tiene cabezas, sino alas.
-
Edipo se arranca los ojos (y ve)
con los broches del vestido
de su madre, también.
-
El enigma no trataba del hombre, sino de la unidad:
animal, mujer, humano, yo, día y hora se viven como uno.
-
La Esfinge, si es que se siente y no es
puro espíritu altruista, filantrópica y
antimaterialistamente prometeica, se siente
incomprendida. Incluso en su destrucción
intenta -dejad que me invente
la intención que quiera-
darnos lecciones al pueblo.
-
Es el Destino, con su monomanía,
quien tiene un edipazo de cojones.
Sabido lo cual lo mejor
es castrarse los ojos
para limpiar
de la frente la tentación
de finalidad.