martes, 5 de junio de 2012

Tu historia, como la música que ordena las esferas. Otros hablaban de pasión, de movimiento. Yo entré con ojos de vacío. Sin tiempo, ni palabras, te quedaste.
La belleza no está ahí
para ser contemplada, sino
para que invada como
una horda bárbara tus
pacíficos sentidos.
Y otros hablarán.