martes, 9 de julio de 2013

Vienes implorante. Este amor parece insoportable.
¿No lo ves?: mi cuerpo también está roto.
No harán columnas de nuestra herida para un mundo.
Tú y yo. Insolucionables. Esta noche sin solución.
Si me llamas en cada gota de lluvia,
mientras te busco en cada verano.
Leo que los antiguos ya te conocían.
Pero ni imaginaban nuestra historia.
Nosotros les estamos inventando a ellos
su destino.
Sabemos bien el murmullo del mundo,
sus sonidos intermitentes, sus ritmos tímbricos.
¿Qué es una palabra? Ese toque visitante
del que queda no su sonido.
Sólo es un significante cargado de vacío.
Surgió. Se esfumó.
Vienen las palabras cargadas de ti.
Se quedan y si soy algo surgió y me esfumé
contigo.