miércoles, 1 de agosto de 2018

Homo viator

Hubo un tiempo y su vientre.
Pero ya quién recuerda.
Este mundo es un nudo
y su cuerda mil veces
trenzada nunca deja
error, olvido, mar,
perdidos en la orilla
de tu cintura. Vamos:
dibujada en la arena
está la eternidad
y el final del camino
lo escribe la serpiente.