sábado, 27 de febrero de 2016

Tropieza con nosotros este cielo

El viento.
Va dejando su aliento
y una canosa barbilla de hielo.
Se marcha y llega y todavía pasa
buscando en su memoria su loca casa,
loco de antigua algarabía, suelo
para el techo del lago, 
cuerdo a las órdenes de un mago, vuelo
de su fragancia en pos,
de tu ternura y tos
de nuestras ateridas esperanzas.
¿A qué barco nos lanzas,
viento de ronca altanería, cielo?
Pero no es una tumba, es sólo un velo
sobre el que patinar con alegría
cuando se acerque el día del adiós.