viernes, 29 de abril de 2016

Bacanal

Amigos, la primavera ya ha empezado a beber,
guardaos bien de lo que ahora pase.
El vino y otros ácidos brillan ya pegados al suelo
y al doblar la esquina
el sudor y los amantes
se aprietan tanto como las estrechas calles,
ya con los brazos, ya con el perfume,
si no con los labios, sólo con los ojos
o la música frenética. Amigos, cabalgad
cuantas lobas romanas a vuestra alegría
se dispongan. Feroces bajo las cruces,
que empapadas de flores excitan la sangre,
bebed todos, sin noche y sin medida.
Oigo llegar los pasos de mi amada,
que son tan sutiles como el huir de un gato.