sábado, 30 de abril de 2016

Regueros del aún

En las calles estrechas,
ocultas a la misma noche,
asúmanlo, no pasa nada.
Ni los encuentros furtivos
ni los delitos infames,
ni los hechizos que llevan
a los hombres a su selva.
Lo que pasa, pasa aquí,
en la diáfana explanada de nuestra abstracción,
en la supuesta memoria, en la ilusoria fidelidad
de nuestras sensaciones al registro de sí mismas.
Lo que pasa, pasa aquí,
entre tu imaginación y la mía, donde quedan, 
si es que quedan, cosidas al venir del tiempo,
las estrecheces de nuestros labios

que deliran que sienten que se tocan.